Voy cayendo en el abismo,
como la lluvia me fundo entre la tierra,
me hundo en la oscuridad,
ya no siento, sólo caigo,
la sensación de
frio, es helada cual agua del rio.
Voy cayendo en el abismo
y las gotas de mi lluvia se pierden en el mar.
Ya no veo,
ni escucho
sólo caigo,
me dejo llevar.
Qué largo recorrido,
quiero llegar al final.
Voy cayendo en el abismo,
ya no hay nada
solo este oscuro silencio y humedad.
Ya no hay manos que me agarren,
no hay abrazos que me puedan calentar,
ni besar un rostro puedo,
la ingravidez se me hace lenta
y tengo prisa por llegar.
Voy cayendo en el abismo,
sola y fría,
llegó el final…
Aquí hay cenizas sin aroma
y tanta pena y contrición,
la que siento por dejaros
y del llanto ese sabor…
No lloréis queridos míos,
aquí ya no hay nada,
no hay dolor
no hay maldades,
no hay heridas,
no hay sollozos,
ni perdón.
Voy cayendo en el abismo,
pero ahí os dejo el corazón,
con mis fotos,
mis recuerdos
y con todo aquel amor.
Y ahora ya nada queda,
sólo un frío que no siento
y al final… estará Dios.
© Yvonne Torregrosa
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