Donde allí todo se cumple,
en el árbol de los sueños,
en el que todo es probable,
a él pido mis deseos,
allí busco soluciones.
Donde mi energía doy al mundo,
ahí grito canciones
y también cuento mis verdades.
En el árbol de los sueños,
todo son ilusiones,
el que mi vida pinta
con su sombra de colores,
en ese mágico sitio,
mi imaginación vuela
por estrellas y por mares.
Quiero allí siempre quedarme.
Mi preferido lugar,
paraíso inmenso,
melodías armoniosas a mi oído,
llenas de divinidades,
quiero en él vivir esta vida,
Y después…
Que mis cenizas
le den fuerza a sus raíces,
a esas ramas,
que fortalezcan el tronco,
descansaré allí
y sentiré sus bondades.
Y ya sin nombre mi alma,
siendo hoja, raíz,
fruto o rama,
sentiré la misma dicha
que hoy me llena,
refrescará a otros mi sombra,
escucharé sus canciones,
sus halagos, los secretos
y atenderé sus plegarias
y hasta cuidaré a los amantes
que se prometan en su sombra amores.
Y al transcurrir en el tiempo,
aguardaré sus cenizas,
que sigan alimentando este árbol,
que fortalezcan su tronco
y que a mi también
me acompañen.
© Yvonne Torregrosa
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