Arranca las cremalleras de mi cuerpo,
una a una quita la fundas que me tapan,
deja al descubierto mi intelecto
para que puedas contemplar el fondo de mi mente,
quiero que conozcas todo lo que siento,
que sepas lo que sucede en las profundidades de mi alma.
Si alcanzas a vislumbrar mis adentros
y encuentras las llagas que ensangrientan mi mirada,
las quimeras negras que atormentan mis lamentos,
y al pasar la vista por todo
consigues retener el agua de tus lágrimas,
entonces
te pediré fortaleza,
toda esa que a mí me falta.
Y si puedes…
cúrame,
lava las penas de mis pensamientos,
sana mis inquietudes
y pon mi vida en calma.
Así no habrá sido en vano tu esfuerzo,
y será el mejor motivo para que yo te diga gracias.
© Yvonne Torregrosa
Deja una respuesta