Las gafas de matiz rosado
hoy en mis ojos he puesto
para ver un mundo bello,
me enfundaré en mi vestido de flores,
traspasaré las fronteras del miedo
y henchida de valor me atreveré a salir de este profundo agujero.
En el campo con aromas silvestres impregnaré mis cabellos,
por los mares a los peces maquillaré con coloridos destellos,
me llevará asida una gaviota feliz
surcando con mi alegría los cielos.
Aunque por ahora…
sigo caminando con mis gafas rosas y este vestido nuevo.
Escarbo la tierra con mis manos
buscando la felicidad que no encuentro,
arañando la corteza seca de un sauce que triste llora
y de un abedul ya viejo.
Deseo con fervor encontrar el Santo Grial
o algún milagroso remedio.
Con las fuerzas consumidas,
las uñas desgastadas
y en las manos…
sin nada regreso,
mi triste hueco vacío
lleno de sombras encuentro,
espero ver tal vez mañana
lo que solo ahora es un lejano recuerdo.
Absurda vida en la que hoy muero
y asfixiada se ahoga mi voz
en este aire que no siento.
Las filigranas bordadas del pasado
se deshilachan en mi mente,
que encerrada duerme abatida
en la tristeza profunda
de una vida sin sol
y de grises días sin cielo.
Sin piedad latigazos hoy crueles desgarran mi presente.
© Yvonne Torregrosa
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