Hoy por fin te vi feliz,
de tu viaje ya regresaste,
tu sonrisa y el coraje
de la mochila sacaste.
Hoy me he visto en tu mar,
hoy hemos vuelto a cantar.
Hoy pondré un mantel de encaje.
Viajaste a los confines,
te detuviste en un paraje…
no llevabas carruaje.
Entraste por una puerta
sin llaves y sin bombines,
era una puerta sin herraje.
Ahora todo es comprensible,
ya la mochila dejaste.
Deshazte de lo inservible,
carga de nuevo maletas,
prepara tu ropa nueva,
pon tus zapatos visibles…
ahora comprendo tu lenguaje.
Yvonne Torregrosa
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