Tu presencia cubrió de alegría mi plomiza y gris mirada,
luz de tus ojos pulverizando colores bajo la luna aclarada.
Ahora todo es armonía,
y yo vuelo feliz por las flores de tu amor como una mariposa alada.
Vivimos en verano todos los meses del año,
un verano interminable,
días repletos de sol,
cubiertos bajo la sombra de nuestro inmenso castaño.
No existía el calendario,
cantaban para nosotros melodías mágicas los pájaros,
espectáculo perfecto,
tú y yo subidos en este maravilloso escenario.
Acariciabas con tus besos mi frente.
Yo tomaba tus manos.
Nos miramos…
no cabían las palabras,
solo nuestros cuerpos,
nuestros ojos, nuestros labios;
saboreando el amor,
un amor fresco en un caluroso verano.
Mi corazón cada vez más inmenso,
nutrido con cariño, besos y abrazos,
así lo hemos alimentado.
Mi vida desde que estás tú
toda entera ha cambiado.
Quiero respirar tu aliento,
quiero seguir soñando
y no despertar jamás.
No quiero abandonar nunca este castillo encantando.
Yvonne Torregrosa
Deja una respuesta