Hoy el mundo para mí se ha caído
y todo se desmorona.
Ante tu partida esta vida se pierde
y en mi cara se ríe burlona.
¿Dónde buscar ayuda
para estas espinas
clavadas con saña y sin corona?
Tanta injusticia siento
que ya no me queda aliento
y la respiración en mis entrañas ácida se acartona.
Quiero volar muy alto
y escapar de este tormento,
quiero con mis manos
poder sentir el dulzor
del ansiado firmamento.
¿Dónde está el esperado final?
¿Para cuándo ese momento?
Sueño con la felicidad de algunos con los que me encuentro
y me dicen que eso existe
aunque yo no lo contemplo;
en mi corazón hay desesperanza,
solo siento descontento.
Aún así, sé que se irán las nubes,
que habrá un mañana soleado
en el que mis sueños se cumplan
y el día vuelva a ser dorado.
Y tus ojos brillarán de nuevo.
Y nuestros corazones ahora heridos
de felicidad se sentirán repletos y por siempre renovados.
Yvonne Torregrosa
Deja una respuesta