Tomaste mi mano en tiempos pasados.
Tus ojos ardientes vistieron mi cuerpo.
Yo te miré, quedamos callados.
Sin saber cómo, así, poco a poco
seguimos prendados.
Creamos tu vida y la mía
en un solo ser.
¿Qué somos tú y yo?
Amantes de cuento,
estrellas errantes,
leones valientes
dragones alados,
raíces de un árbol.
Amantes, amados.
Dos almas en una
que el tiempo y la vida
supieron coser.
Siameses quizás…
Fundidos, pegados,
amalgama de amor…
sólida unión hemos formado.
Yo en ti aún me miro,
¿te ves en mis ojos?
Chispitas brillantes
lucen ardientes.
Sabores alegres de tiempos dorados.
Tomo tu mano.
El pasar de la vida
en nuestra piel pintó pliegues.
Tan fuerte me aferro,
te aprieto, me amarro.
Tú eres mi fe, mi aire,
mi aliento, mi paz,
el ser más amado.
Flor de mi vida,
después de estos años
que llevamos casados,
en norias gigantes
seguimos alzados.
Eres mi sol, calor que me abriga,
mi luz, mi sosiego.
Después de una vida
sigo feliz, asida a tu mano.
© Yvonne Torregrosa
Deja una respuesta