Se hace la noche y alcanzo tus versos.
Viajo entre estrellas,
con suave delicia me acarician los vientos y con las olas mágicas
bailamos el vals de los endulzados besos.
Eres mi isla en el aire que
sobre el vacío fluye y allí,
en esa selva de amores…
entre la hiedra me pierdo.
Aclamo en susurros para que el universo me escuche y busco huellas que me guíen
por un infinito invierno.
Eres ciclón, huracán que aúlla
entre mis árboles bellos.
Anarquía de ideas volando
sin alas, buscando con ansia tus dulces palabras
en oscuros momentos.
Encumbrada en el edén,
puedo sentir lo que es ser feliz
con solo recuerdos.
Soñando despierta sigo tu estela
por verdes mares y azules cielos.
Suspendida en el aire de apacibles sueños, acróbata experta de esta semblanza me siento.
La brisa y las nubes son música alegre del carrusel, que por mí te recita un soneto.
Mientras… en calma escucho y espero.
© Yvonne Torregrosa
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