He caído libre entre tus dedos
que templados me han atrapado suavemente.
Somos sombras en la noche,
que con ansia de pasión
se dibujan acariciando sus pliegues,
clamando en susurros
a través de luces que acentúan sus relieves.
Saciando tus deseos
alimento el fuego de mis entrañas ardientes,
que en las brasas se devoran
bajo una tenue luz y un nido
de abrazos que se derriten en nieve.
Ahora no, mi amor,
ahora de mí no te alejes,
necesito que me beses.
Paladares húmedos
saboreando con miel
nuestras desnudas pieles.
Mis uñas rasgan mapas
en tu espalda
cuando en la efervescencia
nos desbordamos
henchidos de locura y placeres.
Rosas teñidas de fuego
deshojando con tus manos
el blanco terciopelo de mis muslos
y los suaves montes de mi vientre,
que, como conchas al calor
rendidas,
sus sabrosos frutos de pasión
a tu boca se ofrecen.
© Yvonne Torregrosa
Deja una respuesta